Via Ferrata dels Patacons
La vía ferrata dels Patacons se distingue como una de las vías ferratas más impresionantes y destacables de Cataluña, extendiéndose a través de casi 500 metros de terreno variado y vistas espectaculares. Esta ruta está magistralmente equipada para ofrecer una aventura completa, combinando tramos verticales y horizontales con un conjunto diverso de características que incluyen cuatro puentes nepalíes, varios pasos de escalada que desafían la habilidad y la destreza, y un pilar (opcional) equipado con un ràpel obligatorio al descender. Lo más destacado de la ruta es un emocionante flanqueo desplomado de 7 metros, que no solo pone a prueba la fortaleza física y mental de los escaladores sino que también les recompensa con vistas impresionantes hacia la Costa Dorada. Esta combinación de elementos técnicos y estéticos no solo atrae a escaladores experimentados en busca de nuevas conquistas sino también a aquellos que desean sumergirse en la belleza natural de la zona, haciendo de la Patacons una vía ferrata emblemática en el panorama catalán.
La Via Ferrata dels Patacons, una ferrata en Vilaplana
El recorrido por la vía Patacons aprovecha al máximo la topografía única de los riscos de la cova Llonga, ofreciendo una experiencia rica en variedad y desafío. Desde el inicio, la vía se divide en tres tramos principales que gradualmente incrementan en dificultad y ofrecen diferentes tipos de retos, desde ascensos rápidos que requieren de agilidad y precaución a la ausencia de cables de vida, hasta pasarelas y ràpeles que añaden un elemento de aventura técnica al itinerario. Cada sección de la ruta ha sido cuidadosamente diseñada para maximizar la experiencia de escalada, proporcionando tramos bien equipados y seguros que permiten a los participantes disfrutar plenamente de la actividad. La variedad de escapes y accesos alternativos a lo largo del camino también asegura que escaladores de todos los niveles puedan encontrar su camino y disfrutar de la experiencia, sea cual sea su habilidad o confianza. En conjunto, la via ferrata de los Patacons representa una magnífica aventura de escalada que equilibra perfectamente el desafío físico con la apreciación de la naturaleza y las vistas espectaculares.
Cómo Llegar a la Vía Ferrata dels Patacons
Para llegar al aparcamiento de la vía ferrata de los Patacons, hay diversas rutas según el punto de partida, pero todas convergen en la carretera T-704, que es clave para acceder a este punto de aventura ferratera. Si inicias tu viaje desde Prades, deberás tomar la T-704 en dirección a la Febró, pasando por el despoblado de la Mussara, que se encuentra a mano derecha pero no es necesario visitar para este itinerario. Continúa recto, ignorando el desvío hacia Mont-Ral a tu izquierda. Mantente en la T-704, y como punto de referencia, busca un indicador hacia Vilaplana (12 km). A partir de aquí, calcula aproximadamente 3,4 km hasta encontrar un descampado a tu izquierda y una pequeña entrada a tu derecha, adecuada para dos coches, marcada con un poste vertical de senderismo señalando «camí dels Cingles». Aquí puedes estacionar en ambos lados de la carretera. Es importante estar atento; si te encuentras descendiendo por una zona de seis curvas muy cerradas y estrechas, donde resulta complicado dar la vuelta, significa que te has pasado el aparcamiento.
Para aquellos que vienen desde Tarragona, el inicio de la ruta es por la AP-7, tomando la salida 34 hacia la T-11 en dirección a Falset. Desde la T-11, deberás tomar la salida 0 hacia la T-704, pasando por Maspujols, cruzando Aleixar y Vilaplana. Después de Vilaplana, sigue por la T-704 en dirección a Prades. Esta parte del trayecto se caracteriza por ser especialmente sinuosa y estrecha, por lo que es crucial proceder con precaución, especialmente por la presencia de ciclistas. A unos 15,7 km, encontrarás un poste indicador que señala «Ruta dels Cingles» a la izquierda. Similar al otro itinerario, aquí también dispones de aparcamiento en ambos lados de la carretera.
Ambas rutas requieren atención a las señalizaciones y precaución, especialmente en las partes más estrechas y reviradas de la carretera T-704. El punto de aparcamiento sirve como el inicio perfecto para una jornada de aventura en la vía ferrata de los Patacons, ofreciendo un acceso directo al «camí dels Cingles» y, por ende, a una experiencia de escalada inolvidable en el corazón de Cataluña.
El tiempo en Vilaplana y la Vía Ferrata dels Patacons
Aproximación a la Ferrata dels Patacons
La aproximación a la vía ferrata de los Patacons comienza en el aparcamiento, donde deberás buscar las señalizaciones del «camí dels Cingles» marcadas en azul y amarillo. Desde este punto, el camino te lleva inicialmente a través de un terreno más salvaje, subiendo entre matojos por un sendero que pronto se abre. A medida que el camino desciende ligeramente, tiende hacia la derecha y, al encontrarte con un sendero más ancho que recuerda al lecho de una riera, debes continuar hacia la izquierda, alejándote de la carretera. Este tramo del camino coincide con el GR-172 y te dirige hacia la font del Roure, lugar claramente indicado y que sirve como un punto de referencia importante en tu caminata.
Continuando tu camino con los riscos siempre a tu derecha, llegarás a una bifurcación. Aquí, el grau dels Patacons se abre camino hacia arriba, mientras que el camí dels Cingles continúa de frente. Debes seguir recto, donde, a unos 300 metros, una fita o montón de piedras señala el inicio de la vía ferrata, justo debajo de un imponente techo de tonos naranja que domina el paisaje. Este punto no solo marca el comienzo de tu aventura de escalada sino que también te sitúa bajo el gran muro naranja que culmina con un techo igualmente naranja, un rasgo distintivo y visualmente impresionante de la vía ferrata de los Patacons.
La aproximación es en sí misma una parte integral de la experiencia, ofreciendo a los escaladores un breve pero encantador recorrido a través de la naturaleza catalana. Las señales a lo largo del camino están diseñadas para guiar a los aventureros con claridad hacia su destino, asegurando que el viaje hacia la base de la vía ferrata sea tan agradable como el ascenso mismo. Al llegar a la base del muro de piedra, encontrarás las placas indicativas que marcan el comienzo de la ferrata, donde la aventura de escalada está a punto de comenzar. Este trayecto, salpicado de naturaleza, historia y la anticipación de la escalada, prepara el espíritu y el cuerpo para la emocionante experiencia que espera en los Patacons.
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- Certificaciones: Longe Scorpio Eashok: EC EN 958: 2017
- Certificaciones: Corax Arnés: EC EN 12277 Tipo C, Uiaa
- Certizioni: Casco Boreo: CE en 12492, Uiaa
- Tamaño: 1
- Peso: 1235 g
Ficha Técnica de la Vía Ferrata dels Patacons
- Dificultad: K3 / K4
- Punto de partida: Pàrking de la Font del Roure
- Distancia recorrida: 480 metros
- Desnivel superado: 90 metros
- Tiempo de aproximación: 15 minutos
- Tiempo vía ferrata: 2 horas
- Tiempo de retorno: 20 minutos
- Orientación: Sur
- Precio de un guía de vías ferratas: 55€ por persona
Mapas de la vía ferrata dels Patacons y las montañas de Prades
Descripción del itinerario de la Vía Ferrata dels Patacons
La vía ferrata de los Patacons, una joya de la escalada situada en Cataluña, se extiende por casi 500 metros, ofreciendo una experiencia única llena de adrenalina y belleza paisajística. Con cuatro puentes nepalíes, un pilar equipado con un rapel obligatorio, y varios pasos de escalada, destaca especialmente por un espectacular flanqueo desplomado de 7 metros que regala vistas impresionantes hacia la Costa Daurada, consolidándose como una de las grandes ferratas de la província de Tarragona e incluso de todo Catalunya.
El recorrido transcurre a través de los riscos de la cueva Llonga, ya conocidos por dos grados equipados anteriormente por Skpat: el grado de Latrencanous y el grau del Patacó. Estos caminos no solo ofrecen vías de escape y accesos alternativos, sino que también enriquecen la vía con una historia de escalada profunda. La nueva vía ferrata aprovecha la riqueza natural y topográfica de la zona, dividiéndose en tres tramos de dificultad similar, pero bien diferenciados en la experiencia de escalada que ofrecen.
En el primer tramo (K3), los escaladores ganan altura rápidamente, superando un techo bajo que los obliga a avanzar de rodillas, una peculiaridad que añade un reto único al segmento. Esta sección está bien equipada con grapas generosas y clavos tipo T, pero la ausencia de un cable de vida en la travesía bajo el techo incrementa la necesidad de precaución. Este tramo concluye con una emocionante transición aérea hacia el grau del Patacó, donde los escaladores pueden disfrutar de vistas magníficas.
El segundo tramo lleva a los aventureros a un largo flanqueo horizontal con vistas hacia la Costa Daurada. Aquí, el paso estrella de la ferrata, un desplome de cadena de 7 metros (K4), pone a prueba tanto la técnica como el coraje de los escaladores. A continuación, un puente nepalí de 22 metros y una original ascensión equipada con Ts rinden homenaje a las tradicionales equipaciones del Montsant. Esta sección culmina en la cima de la vía ferrata, simbolizando no solo un reto superado sino también un punto de interacción con la historia de la escalada de la zona.
Finalmente, el tercer tramo (K3) se revela como el más estéticamente agradable, ofreciendo dos puentes nepalíes casi consecutivos y la posibilidad de escalar un pilar. Aunque es opcional, el ascenso al pilar no debe ser menospreciado, ya que la subsiguiente necesidad de un rapel de 20 metros añade un elemento de aventura y técnica al recorrido. La vía concluye con un puente nepalí que conduce a los escaladores casi al final del itinerario, donde un corto destrepe y una pasarela de madera ofrecen vías de escape alternativas.
La vía ferrata de los Patacons es una obra maestra de la escalada, fruto de la experiencia y la pasión de Jordi Vallvé, el equipador, que ha sabido combinar los mejores elementos de las ferratas europeas con un compromiso altruista por la calidad y la seguridad. A través de su sitio web Latrencanous, Vallvé comparte una amplia biblioteca de reseñas que reflejan su profundo conocimiento y dedicación a la escalada.
Retorno de la vía ferrata dels Patacons
Una vez concluida la aventura en la vía ferrata de los Patacons, el retorno al punto de inicio se presenta como una última etapa de la jornada, permitiendo a los escaladores reflexionar sobre la experiencia vivida mientras se dirigen de vuelta al aparcamiento. Inicialmente, no es momento aún de desequiparse; el equipo de seguridad seguirá siendo necesario para la primera parte del descenso. Desde el final de la ferrata, el camino conduce hacia la derecha, en dirección a la Cova dels Patacons, un paso destacado que ofrece una experiencia única al cruzar por dentro de la cueva. Este tramo no solo añade un elemento de exploración al retorno sino que también conduce directamente al Grau de Latrencanous (K1), que está adecuadamente equipado con grapas y un cable de vida para asegurar un descenso seguro.
Al salir del Grau de Latrencanous, es importante ignorar cualquier desvío marcado con fitas a la izquierda y continuar recto hasta encontrar un sendero más ancho, marcado con pinturas azul y amarillo. Este camino, que debe seguirse hacia la izquierda, se convierte en el hilo conductor que, en aproximadamente 10 minutos, guía a los escaladores de vuelta a la carretera y, por ende, al aparcamiento. Este sendero no solo marca el final físico de la ruta sino también simboliza el cierre de un círculo, llevando a los aventureros de vuelta al punto donde comenzó todo.
Es importante seguir el camino más trillado al descender, lo cual garantiza reencontrar el camino principal que lleva de vuelta al inicio de la ferrata. Una vez alcanzado este punto, el camino de aproximación se deshace, cerrando la aventura con un regreso al aparcamiento. Este retorno no solo es un momento para la cautela y la seguridad, sino también para la contemplación y la apreciación del entorno natural que ha sido parte de la experiencia. Al regresar al punto de partida, los escaladores no solo habrán completado una ruta física sino también un viaje memorable por uno de los parajes más espectaculares de Cataluña, llevándose consigo no solo el recuerdo de las vistas y desafíos enfrentados sino también el logro de haber superado la vía ferrata de los Patacons.